Es un pecado visitar Navarra y no aprovechar la estancia para probar uno de sus productos más conocidos tanto a nivel nacional como internacional: sus vinos. Se trata de un producto con solera y arraigo tanto en la economía, como en las tradiciones y costumbres de esta región. En Navarra no se concibe una buena comida o reunión si no está acompañada de vino.
Una tradición que viene desde la antiguedad
Pero esta pasión por el vino no es algo moderno, no hace mucho tiempo un equipo de investigadores identificó en Navarra plantas de la primitiva y original “vitis silvestris”. En pocos lugares del mundo se ha registrado este material vegetal cuya antigüedad puede cifrarse en cinco millones de años.
Ya en la época de los romanos, estos apilaban las ánforas en sus bodegas en las que se dejaba envejecer el vino. Ese caldo que tenía como destino suministrar alegría y placer en las fiestas palaciegas, conmemoraciones religiosas y orgías privadas.
Durante la edad media, la creación de los primeros monasterios, en el siglo IX y X, y el inicio del Camino de Santiago fueron dos hechos para el progreso de las viñas. De manos de los peregrinos llegaron nuevas variedades viníferas a Navarra y la renovación de las técnicas en la elaboración del vino tuvo en los claustros monacales su más importante centro de propagación.
La popularidad del cultivo de la vid llegó hasta tal punto, que fue necesario limitar su extensión para poder cultivar el cereal, puesto que necesario para el alimento de los habitantes del Reino.
Características de Navarra para el vino
El vino y su calidad dependen de la forma del cultivo de la vid y la zona en la que crece. Navarra tiene una característica excepcional, prácticamente única que la hace diferente al resto de zonas de España: la gran diversidad de paisajes y climas que se dan en los más de 100 kilómetros que separan el norte, del sur.
En ella confluyen los climas atlántico, continental y mediterráneo. La cercanía del Cantábrico, la influencia de los Pirineos y la bonanza del valle del Ebro permiten esta variada climatología y que definen 5 áreas de producción diferenciadas: Baja Montaña, Valdizarbe, Tierra Estella, Ribera Alta y Ribera Baja.
Las uvas más cultivadas en Navarra
Cada tipo de uva necesita unas condiciones diferentes para su cultivo, pero gracias a esta variedad de climas en Navarra existe un amplio abanico de variedades blancas y tintas que se utilizan para elaborar vinos de todos los estilos adaptados a los gustos de los consumidores: rosados, blancos jóvenes y con madera, tintos jóvenes y con madera, dulces.
Más del 70% del viñedo lo ocupan las variedades autóctonas (Garnacha, Tempranillo…), mientras que el 30% restante está compuesto por las más famosas variedades internacionales (Cabernet Sauvignon, Chardonnay…). Aunque, cabe destacar que el 90% de las uvas producidas en Navarra son tintas y sólo el 10% son blancas.
Hablemos de las cuatro variedades más características de los vinos navarros: Garnacha tinta, Tempranillo, Chardonnay y Sauvignon Blanc.
Garnacha Tinta
Es una uva tinta de origen español, que durante el siglo pasado fue la uva mayoritaria en la Península Ibérica.
Esta variedad produce vinos con bastante riqueza alcohólica, buena acidez, cuerpo medio y aromáticos. En Navarra se emplea para la elaboración de vinos rosados, donde la técnica del sangrado unida a la frescura y aromas de la uva han dado resultados inmejorables. Pero también se elaboran vinos tintos tanto jóvenes como de guarda de gran calidad.
Tempranillo
Uva tinta de origen español, probablemente de La Rioja, que se denomina así porque se cosecha tempranamente.
Los vinos elaborados con Tempranillo suelen presentar colores de intensidad media o alta, son poco ácidos pero con buen cuerpo y tienen aromas que recuerdan a las zarzamoras y al regaliz.
Chardonnay
Variedad de uva blanca de origen borgoñón (Francia) y la más internacional de las uvas blancas. Se cultiva en todos los países productores del mundo por su gran calidad y capacidad de adaptación.
Una uva de gran carácter con la que se elaboran vinos con buena acidez, cuerpo y volumen, donde los aromas suelen recordar los cítricos (en ocasiones, las frutas tropicales), el heno y la miel.
Sauvignon Blanc
Uva blanca de origen francés, probablemente de Burdeos. Se utiliza en la elaboración de vinos jóvenes o fermentados en barrica.
Destaca por su color pálido, buena acidez y potencia aromática. En función de su zona de cultivo, sus aromas pueden evocar notas de frutas tropicales (como la maracuyá) y tonos herbáceos (que recuerdan al boj).
Nuestros vinos recomendados
Como siempre, te facilitamos el trabajo y entre todos los vinos con denominación de origen Navarra, hemos seleccionado los que mas nos gustan para que los pruebes.