Pepita nos contó que el ayuntamiento aún tenía abierta una investigación sobre el diario del tesoro que se encontró y cuando se acercó a por información, no pudieron responder todas sus preguntas, puesto que mucha de la información del diario es confidencial o aún no se ha investigado. Poca gente dentro del ayuntamiento está al tanto de la investigación, pero por suerte, Pepita nos dio un nombre: Aventino, uno de los concejales del ayuntamiento, antiguo compañero de escuela de Pepita y un enamorado de la historia canaria, puede que él nos eche una mano.
Entramos en el ayuntamiento preguntando por Aventino, pero justo en ese momento estaba reunido, así que nos dijeron que volviéramos en otro momento. Al ver nuestra cara de desilusión, una de las trabajadoras se acercó a nosotros sigilosamente y nos dijo: Aventino para todos los días a las 11 de la mañana para tomar un café, lo coge en la máquina y sale siempre al mismo sitio. Le gusta sentarse a la sombra del roque nublo, contemplando como el viento mueve las hojas y a veces dice que puede escuchar el agua fluir. Lleva haciendo lo mismo desde que entró al ayuntamiento, en 1998.
Queda media hora para las 11, no tenemos mucho tiempo para encontrar el lugar de descanso de Aventino.
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*La clave debe ir escrita toda en minúsculas y sin acento