Al llegar a la iglesia preguntamos por el encargado de seguridad, pero nuestra racha de mala suerte parece continuar al enterarnos que no estaba. Sin embargo, obtuvimos acceso a su ordenador, al explicarle la situación al párroco que nos atendió.
¿El problema? Necesitábamos tener una clave. El párroco no sabía nada, pero nos habló un poco sobre el encargado: es un amante de los animales y sale mucho a fumar en esta fachada. Comentó que le gusta salir sobre todo por la noche, pero no supo decirnos mucho más. ¿Cuál puede ser la contraseña?
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*La clave debe ir escrita toda en minúsculas y sin acento