Nicolás había hablado con Noelia, una amiga que vive en la calle Estafeta, para que le dejará a Ernest ver el encierro desde el balcón de su casa. Dice que es una experiencia diferente y que se siente tan cerca como si estuvieras corriendo delante de los toros. Intenté acercarme a su casa antes del encierro, pero el recorrido estaba cerrado ya y los policías no me dejaban pasar.
Vi el encierro desde el vallado en la curva de la Estafeta. Al terminar la carrera, pude entrar a la calle Estafeta, aún abarrotada de corredores que salían del recorrido, comentando las sensaciones de la veloz y emocionante carrera..
Nicolás me dijo que nunca se acuerda del número de portal de Noelia, ella siempre le dice que para encontrarlo, recuerde que desde balcón puede ver las dos mascotas muy particulares y un hijo perpetúo que tiene su vecino de en frente.