Después de la comida, tan rica como abundante, mientras estábamos de sobremesa, salí un rato a la calle con una copa de pacharán, pensando en mi amigo Ernest y donde estaría.
De forma repentina a lo lejos, se iniciaron compases musicales y en un momento – como por obra de magia- la calle se llenó de gente cantando y bailando. En medio del gentío me pareció ver a mi amigo. Entré a la sociedad, para avisar a David y su cuadrilla, pero al volver ya no había ni rastro de la gente ni la música… ¿Dónde se han ido? Intenté explicarles lo que había visto, pero gente bailando y música por las calles, es lo que podemos encontrar en estas fiestas todo el día. Entonces recordé parte de la frase que cantaban una y otra vez:
Porque llegaron las fiestas, de esta gloriosa ciudad. que son en el mundo entero, una fiesta sin igual.
¿Qué sería toda esa gente? ¿De dónde han salido? ¿Hacia dónde han ido?
El primer paso para descubrirlo es conocer el nombre de esta pegadiza canción que cantaban una y otra vez.