Efectivamente fue un bombero quien, una vez extinguido el incendio del mercado tuvo un golpe de suerte al encontrar un pequeño escondite, sin terminar de tapar, con el tesoro dentro. Tras investigar en los registros del cuerpo y encontrar su nombre, el siguiente paso ha sido intentar contactar con uno de sus familiares, pero lo que hemos hallado es un silencio absoluto y un miedo casi maldito.

Tras muchos intentos, uno de ellos ha accedido ha entrevistarse con nosotros, pero lejos de ponérnoslo fácil, sólo hablará si antes le decimos una contraseña que encontraremos en esta plaza. Nuestro último contacto con él fue este e-mail.

Él lo encontró un 21 de enero y desde entonces hemos vivido en el absoluto anonimato, entre las sombras. Si queréis hablar del porqué, encaminaros hacia Guipúzcoa, buscar templo que revela los secretos del tiempo y de los vientos y una vez allí, alzad la vista, que os guíen las estrellas y decidme que podéis leer… Solo entonces comenzareis a comprender.

Estamos completamente seguros de que se refería a algo relacionado con esta plaza. Su pregunta espera respuesta si queremos proseguir la investigación y contactar con este extraño personaje.

No perdáis de vista detalle alguno.