La noticia saltó a la primera plana de todos los periódicos hace unos meses. Un viejo marinero, al que pocos creyeron, y del que nadie se fio, indicó a la prensa que supo por boca de su abuelo, uno de los últimos paraderos conocidos del tesoro del Loco Aguirre… Nuestras investigaciones indicaron que quizás este viejo lobo de mar sabía más de lo que parecía. Y tras contactar con él en una de las muchas tabernas de San Sebastián nos habló de lo que sabía.
Entre trago y trago al Txacolí nos dijo que su abuelo, un incansable buscador del oro, tras largos años de vacía búsqueda y ya consumido por la vejez dio con las perdidas memorias del almirante, encontrando entre ellas una de las pistas más interesantes acerca de su paradero…
–Yo nunca le creí, pero aquellos días no dejaba de hablar del ayuntamiento, repitiendo constantemente una supuesta frase del Almirante Oquendo que había descubierto y que decía así:
Como el mar cantábrico y el océano, el lugar, aunque pequeño es un gran campo de batalla donde cabe todo un ejercito. Allí No cabalgan blancos los caballos sobre las olas del mar ni los reyes jamás se atreverían a alejarse de su reina en altamar, allí los soldados, a paso lento, a la lucha despacio van.
Parece ser que algo relacionado con el paradero del tesoro podría estar escondido en algún lugar cerca del ayuntamiento, pero ¿cuál será? y ¿Tendrá la frase de Oquendo algo que ver?
Nos despedimos más tarde de aquel viejo marinero curtido por el océano y caminamos hacia este lugar para intentar sacarlo de dudas. Era el momento de ver qué podíamos averiguar.
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*La clave debe ir escrita toda en minúsculas y sin acento