Antes de ir hacia la catedral pasamos por la oficina de “La Brújula de Fawcett” a revisar las pistas que habíamos ido obteniendo, cuando de repente llaman al timbre: Al abrir la puerta no había nadie, sólo un sobre misterioso. Al abrirlo encontramos los documentos sobre Bonifaz que había encontrado Amin, y una nota:
No pueden retenerme tan fácil, Amin siempre va un paso por delante y espero que con esto vosotros también. Tengo que huir de Burgos por un tiempo, pero mucho ánimo con la investigación. Amin
¡Se había escapado! En el interior del sobre otro pergamino antiguo, con las iniciales R.B y una firma. En el pergamino ponía que había entregado el cofre a uno de los canónigos de la catedral. Aurelio, un hombre honrado y justo que protegería el cofre de los ladrones. Al parecer el Dean de la catedral era un hombre avaricioso, por ello el astuto Aurelio decidió esconder el cofre en un lugar donde no pudiera ser encontrado fácilmente, en los alrededores de la catedral. Pero como era un hombre concienzudo, todos los lunes iba a comprobar su estado, para ello salía por una de las puertas de la catedral para llegar a su escondite, que estaba en frente de la única puerta que siempre se está abierta.
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*La clave debe ir escrita toda en minúsculas y sin acento