Pamplona es una ciudad pequeña, pero con una gran historia detrás, son muchas las civilizaciones que han pasado por ella y cada una ha dejado un legado, que poco a poco la ha convertido en la ciudad que conocemos hoy en día. Hay un lugar que ha sido testigo mudo de una gran parte de los acontecimientos de Pamplona y entre sus muros guarda muchas historias que merecen la pena ser escuchadas, hablamos como no de La catedral.
La catedral de Pamplona no es solo un lugar de fe, sino de historia y arte. Su origen es incluso anterior al edificio actual, puesto que en este emplazamiento los romanos construyeron sus edificios públicos y las primeras iglesias durante el cristianismo. Además, el complejo catedralicio incluye el claustro y el museo.
El origen
El solar que ocupa la catedral está envuelto en un halo espiritual, puesto que fue el lugar donde eligieron los romanos construir sus primeras iglesias durante el cristianismo cuando el cristianismo se convierte en la religión oficial del imperio. Con el crecimiento de la ciudad, se decide levantar la primera catedral de Pamplona, la románica, que no es la que conocemos actualmente porque se derrumbó a finales del siglo XIV.
En aquel momento, la catedral era el edificio más importante de la ciudad, puesto que no era solo el centro de culto, en ella se llevaba a cabo gran parte de la vida política de la ciudad. Por ello, tras el derrumbamiento, levantaron una nueva catedral gótica. Es la catedral que conocemos actualmente, pero con una remodelación de la fachada a finales del siglo XVIII en un estilo neoclásico. Este estilo tan sobrio se utilizaba más en edificios civiles y por ello verlo en una catedral es algo curioso.
¿Qué podemos ver?
Como hemos dicho, la catedral no solo es el templo, incluye un complejo a su alrededor que muchas veces pasa desapercibido pero cuyo interés es casi igual al del templo. Además del templo, en la visita podremos ver el claustro y el museo con la exposición de Occidens.
La catedral
La pieza central de la catedral es su titular, la virgen Santa María de Sagrario o también conocida como Santa María La Real. Además, en el interior podemos encontrar el mausoleo de los reyes de Navarra Carlos III el noble y Leonor de Trastámara.
La catedral está construida también pensando el los peregrinos, es la primera catedral que se encuentran al iniciar el camino hacia Santiago. Por ello dispone de una Girola o Deambulatorio, que permite a los peregrinos “deambular” por alrededor de la catedral.
En Álava la patata se suele plantar a finales del mes de abril o principios del mes de mayo. Durante su crecimiento este tubérculo no necesita tener unos cuidados excesivos, pero sí riegos abundantes y constantes porque sufre con las altas temperaturas y es muy sensible a las sequias.
El claustro
Al lado del templo, nos encontramos con el claustro gótico construido en el siglo XIV. Anteriormente, al igual que la catedral, hubo un claustro románico que fue destruido durante la famosa guerra de la Navarrería.
Se trata de uno de los claustros más completos de Europa, puesto que en esta catedral, los canónigos – Las personas encargadas del culto y cuidado de la catedral – estuvieron viviendo aquí hasta el año 1860, a diferencia de los canónigos de otras catedrales que abandonaros sus muros en el siglo XV. Por ello, se conservan en buen estado todas las estancias de la vida en comunidad: como la sala capitular, la capilla Barbazana – donde está enterrado el Obispo Barbazán – o el gran salón del refectorio, donde comían los canónigos. El refectorio, además, servía para llevar a cabo decisiones políticas de la ciudad.
El museo
El complejo se completa con el museo de la catedral, en él podemos encontrar la exposición “Occidens”. Esta exposición es un recorrido a través de la historia occidental, cada una de sus salas está contextualizada para evocar una época específica: La antigüedad griega y romana, la edad media, la edad moderna y la contemporánea.
Caminando por la exposición podemos encontrar excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en la catedral, con restos vascones y romanos. Una de las paradas más apreciadas es el tesoro de la catedral, son las reliquias que guarda la catedral, como por ejemplo el Lignum crucis: que guarda un trozo de la cruz de Jesús que fue regalado a un rey de Navarra.
Otro punto clave es el retablo de imaginería mariana, uno de los más completos de España, que recopila esculturas de la virgen de diferentes épocas y estilos.
Como ya hemos visto, el conjunto de la catedral va más allá del propio templo, es un recorrido por la historia, arte y cultura de Pamplona, que merece ser visitado independientemente de las creencias religiosas. Por ello desde My Phone Tour os animamos a visitarlo y así disfrutar de una experiencia diferente en Pamplona.
Podéis ver toda la información, horario y tarifas en: http://www.catedraldepamplona.com/